Los
Cuidados Paliativos
son un tipo especial de cuidados dirigidos a las personas con enfermedades
avanzadas que no han respondido a los tratamientos convencionales. Su objetivo
central es cuidar y aliviar en lo posible el sufrimiento y el malestar que
provoca la enfermedad, e intentar dar respuesta a los problemas que surgen
facilitando al máximo su bienestar y confort físico, emocional, social y
espiritual, ofreciendo apoyo y orientación tanto al enfermo como a su familia.
¿QUIÉN
PROPORCIONA ESOS CUIDADOS?
Equipos
de Cuidados Paliativos,
formados por médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, trabajadores sociales,
psicólogos, capellanes, voluntarios y otros profesionales; además de la propia
persona enferma y su familia, que son los miembros centrales y más importantes
del equipo.
¿DÓNDE
SE PRESTAN?
Los
Cuidados Paliativos se prestan tanto en el Domicilio del enfermo como en una
Consulta, o ingresando en una
Unidad
de Cuidados Paliativos
del Hospital.
"Si
podéis curar, curad. Si no curáis, calmad. Si no podéis calmar,
consolad."
S.
Murphy
VOLUNTARIOS
PARA CUIDADOS PALIATIVOS
VOLUNTARIO
es toda persona que dedica libremente parte de su tiempo, de manera
desinteresada, a actividades a favor de los demás o de intereses sociales
colectivos.
"Aquellos que tienen la fuerza y el
amor para sentarse junto a un paciente
moribundo, en el silencio que va más allá de las
palabras, sabrán que ese momento no asusta,
ni es doloroso... ser testigo de una muerte
pacífica es como observar una estrella fugaz."
Quizás no podemos añadir más
días a su vida, pero contigo podemos añadir Vida a sus Días
El
Voluntario
es una parte decisiva en los Equipos de Cuidados Paliativos, ya que va a
complementar la labor del resto de profesionales, dando respuesta a las
necesidades sociales y personales del enfermo y su familia, para lograr el mayor
bienestar posible.
TAREAS
DEL VOLUNTARIO CON ESTOS ENFERMOS:
La
principal tarea será la de acompañar al enfermo y su familia, tanto en el
Hospital como en el domicilio.
Establecer
una comunicación activa con el enfermo, ofreciéndole escucha y
comprensión.
Detectar
necesidades y transmitirlas al resto del equipo.
Sustituirá
al cuidador, facilitando su descanso físico y emocional y que disponga de
tiempo libre.
Realizar
pequeñas tareas o encargos de proximidad.
Facilitar
actividades lúdicas y de entretenimiento.
"La
muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene."
J.
L. Borges
¿CÓMO PUEDO COLABORAR?
Si
estás interesado en dedicar parte de tu tiempo libre (2-3 horas por
semana) a ayudar a estas personas enfermas que reciben cuidados
paliativos, y sus familias, puedes ponerte en contacto con la Unidad de
Cuidados Paliativos del
Hospital Los Montalvos
de Salamanca.
Relacionarse con alguien
que acaba de perder a un ser querido, suele producirnos temor e
inseguridad. ¿Qué decir, que pueda confortar en momentos tan duros?
Le ayudará tener en
cuenta que algunos comentarios han de
EVITARSE
y otros, sin embargo,
TRANSMITEN COMPRENSIÓN.
COMENTARIOS A EVITAR...
No intente
consolar con frases represivas: "no llores", "no digas eso", "no
te enfades". Intente, muy al contrario, comprender que es el
momento de llorar, quejarse y expresar emociones.
No intente
"amortiguar" su pena recurriendo a otros familiares o a aspectos
positivos de su vida: "tienes otra hija", "tienes un trabajo que
te llena mucho". Posiblemente todo eso sea cierto, pero aún no
está en disposición de apreciarlo. Sólo le transmitirá
incomprensión.
Evite
las frases que demandan fortaleza: "ahora tienes que ser fuerte",
"no te puedes venir abajo". La persona en duelo suele tener
sensación de impotencia ante "lo que se le viene encima". Este tipo
de frases aumentarán su percepción de incapacidad.
Evite
provocar su resignación con comentarios hechos y fríos: "es mejor
así", "es el destino", "ley de vida", "Dios se lo ha llevado
consigo"... Aceptar que una realidad tan dura esté sujeta al
destino o a la voluntad de Dios, provoca un profundo sentimiento de
vulnerabilidad y sobre todo de injusticia.
No recurra
a aspectos impersonales y pasivos como el tiempo o el destino como
"solución al sufrimiento": "el tiempo lo cura todo". El duelo
es un proceso activo en el cual el doliente ha de implicarse y
trabajar para poder salir adelante. Pero eso sí, en su momento.
PARA TRANSMITIR COMPRENSIÓN...
Háblele de manera
sincera, respetando su dolor y haciéndose cargo de la magnitud de
éste: "sólo puedo transmitirte mi gran tristeza, sabes cuánto
quiero yo a María", "Como madre puedo imaginar tu desconsuelo."
Transmítale
su apoyo clara y concisamente. En situaciones tan difíciles es mejor
ser breve: "estoy a tu disposición para cualquier cosa que
necesites". No se lo repita una y otra vez, le abrumaría.
Permítale
que relate cómo ocurrió el fallecimiento. "Rumiar", los
primeros días, una y otra vez las circunstancias de la muerte, le
ayudará a ir tomando conciencia de la realidad de la pérdida.
Háblele
con sus gestos, si no le salen las palabras. Recuerde que son el
lenguaje del corazón. Apriete sus manos, mírele a los ojos con
complicidad en el dolor, si tiene la suficiente confianza, abrácele.
Él sabrá entender su silencio.
Recuerde que él
"sólo" espera de usted
que le acompañe en su dolor, es decir,
que comprenda su tristeza y se la consienta.
Información obtenida del
Centro de
Humanización de la Salud.
Centro de Escucha San
Camilo
Información y Citas:
91 533 52 23
(Servicio
Gratuito)